Nadie te pide que seas perfecto

¡Ay qué ver lo burricos que somos a veces! No tenemos bastante con la vida y sus problemas que nos cargamos los hombros con cosas que, o no tienen importancia, o que ¡ni siquiera existen!

Ese momento en el que entras en el ascensor y hay un vecino dentro. Saludas cordialmente, te metes la mano en el bolsillo y miras al suelo esperando a llegar a tu destino; respiras hondo y te das cuenta de que ¡apestas a fritanga!

Has estado media mañana en la cocina, y hueles a cebollita y ajo pochao desde veinte kilómetros a la redonda. Y entonces te tensas. «Bufff…, vaya peste llevo…», ¡qué tufo le estoy dejando aquí al vecino!»,…

Empiezas a ponerte nervioso, los segundos se hacen eternos y no ves el momento de salir por la puerta y no volver a ver a ese vecino en años.

Pero lo que tú no sabes es que en realidad, el vecino estaba en su mundo; no ha respirado hondo y no se ha enterado de si olías a flores o a puchero. O sí, ¡pero le da igual!

Eso sí, el mal rato te lo llevas. Como cuando bajas la basura en zapatillas y chandal y te encuentras con alguien del trabajo; o cuando necesitas evacuar en el baño de un bar y resulta que hay alguien esperando cuando sales.

Son situaciones en las que nosotros, ¡y nadie más!, nos juzgamos y nos exigimos demasiado.

¡Somos humanos! ¿Quién te ha metido en la cabeza que tienes que ser perfecto? ¡Respira un poco, hombre, que nadie se libra!

¿Y qué me decís de ese «único» día en el que te levantas con cara de seta pero no te apetece nada arreglarte y te encuentras con todo quisqui por la calle? Te amargas la mañana simplemente por no haberte puesto un poco de colorete.

O la vergüenza que pasas si se te cala el coche, se te rompe la media, llevas la camisa con una mancha o no has podido lavarte el pelo esa mañana.

En serio, déjame decirte que nadie te mira… No eres el centro de la calle, ni del ascensor, ni del gimnasio, ni del parque. Eres el centro para Dios, pero para nadie más [y te mira con buenos ojos 😅].

Quizá te guste bailar, ¡o pintar!, pero como crees que no lo haces bien te prohibes a ti mismo apuntarte a clases o ir a un bar y mover el esqueleto; o puede que te apetezca empezar a ir al gimnasio pero eso de verte al lado de gente que lleva tiempo yendo te supera.

Pongo estos ejemplos porque son los primeros que vienen a mi cabeza pero en el fondo, lo que pretendo es que reflexiones un poco sobre qué «cargas» estás añadiendo tú mismo a tus espaldas. Qué cosas te exiges -o te prohibes- que no son ni de lejos necesarias.

Porque lo triste es cuando dejamos de ser nosotros mismos por miedo al rechazo. Esa falsedad, ese negarnos al «yo limitado y auténtico» se nos va acumulando de tal manera que, además de ir agotados por la vida, podemos llegar a no reconocernos ni a nosotros mismos.

Así que, salvo que estés haciendo algo que realmente ofenda a Dios, olvídate un poco más de ser tan perfecto y disfruta de la vida. Sé feliz, y recuerda: ¡nadie te mira!

¿Te sientes identificado con alguna situación?, ¿qué cosas hacen que te tenses sin motivo? ¡Gracias y feliz semana!

Autor: inesita

Soy Inés. Escribo, pinto, rezo y procuro disfrutar de la vida tal y como viene. Madre de cuatro tesoros y esposa de un marido al que admiro y quiero cada día más (suena ñoño pero fliparíais)…
 Quienes me conocen saben que los dos pilares de mi vida son Dios y mi familia; y que soy una enamorada de esta última. Por eso me encanta reflexionar sobre matrimonio, hijos, fe, educación en valores, amistad, crecimiento interior, psicología, comunicación; vamos, ¡lo que vaya surgiendo en el día a día! ¿Quieres leerme? www.familiaymuchomas.com Llevo de compañeros de viaje a mis amigas: Fibromialgia, Fatiga crónica, Depresión y alguna más 😅; me han cambiado la vida pero, a pesar de todo, me están ayudado a acercarme más a Dios y a los demás. A valorar lo que tengo y disfrutarlo. Rezar con el Evangelio me ayuda mucho a ver lo que Dios quiere de mí cada día, a escucharle; si te interesa me puedes encontrar en @quenosdicehoyJesús No soy ninguna experta en nada ni soy un caso excepcional, soy una mujer normal que comparte sus vivencias, pensamientos y su (falta de) experiencia, así que espero que podamos dialogar y crecer juntos en este camino que es la vida. 
Y si quieres que hable de algún tema en concreto, no dudes en escribirme y prometo que intentaré hacerlo ;) También me encanta el arte en todas sus dimensiones y, cuando este cuerpo me lo permite, no tardo en sacar los pinceles 🖌️ @madebyinesita
------------------------------------------------
¡MUCHAS GRACIAS Y ESPERO QUE TE GUSTE LO QUE HAGO!


Deja un comentario