Me da mucha pena cuando leo o escucho debates a favor o en contra del aborto. Quienes se posicionan a favor del aborto tachan de machistas y retrógrados a quienes están en contra, y quienes creen que abortar no es una opción llaman asesinos a quienes deciden hacerlo.
Y es triste. Es muy triste ver que la batalla se centra en el enfrentamiento, -en las ideas, en lugar de en las personas- porque ambos «bandos» sufren y sería mucho más edificante intentar comprender al otro, acompañarle, aunque no se comparta la misma visión de la vida.
Cada uno de nosotros tenemos un pasado, una historia, un contexto, que condiciona que estemos a favor o en contra del aborto. No somos quién para juzgar lo que el otro piensa ni porqué lo piensa. Lo que sí podemos hacer es ponernos en su lugar para descubrir que no somos tan distintos, y que aquí sufrir, sufrimos todos.
Intentar comprender al otro es el primer paso para acabar con el conflicto.
Yo me declaro defensora de la vida que crece en el vientre materno, fundamentalmente porque soy madre; he pasado por cuatro embarazos y no hay mayor ciencia que la propia experiencia.
Lo he visto, lo he vivido, no necesito que nadie me diga lo que debo pensar.
Por mucho que un gurú científico me diga, en la mejor revista del mundo, que lo que hay en mi barriga son «sólo células» sé que no es así. Como tampoco necesito que la Iglesia me diga en este campo lo que está bien o mal, para mí es una evidencia.
Hace poco escuché el testimonio de una enfermera que trabajaba en una clínica abortista; contaba su experiencia y sinceramente me pareció impresionante.
Os lo comparto porque merece la pena verlo. Es una mujer muy sencilla, como cualquiera de nosotros, que vive el día a día sin plantearse las cosas, sobreviviendo; dejándose llevar -muchas veces- por lo que se lleva en su entorno.
Vamos corriendo de un lado a otro sin parar un instante y nos puede pasar -como a tanta gente- que un día miremos atrás y no nos reconozcamos en nuestra propia historia.
Su experiencia puede ayudarnos a todos a salir de la ceguera en la que podemos estar metidos -cada uno la suya- al encerramos en nuestras ideas sin razonarlas y estudiarlas con perspectiva.
¡Es tan fácil convertirse en marioneta en este mundo que no espera a nadie!
Doy gracias a Dios por darle la valentía a esta mujer para contar su vida, sus éxitos y sus fracasos; su transparencia me ha ayudado a mí a hacer autoexamen. A pararme y ver qué cosas hay en mi vida que no son como yo quiero, sino como el mundo me dicta.
Todos tenemos el derecho -y la obligación- de pararnos y mirar atrás para ver si estamos donde queremos estar, para razonar nuestros ideales, creencias e inseguridades. Y, mirándolas con perspectiva, ser capaces de liderar nuestra propia vida.
Espero que os guste y agradeceré mucho vuestras impresiones. No acerca de la persona que da el testimonio -no estamos aquí para juzgar a nadie- sino para compartir lo que provocan en vosotros sus palabras. Estaré encantada de escucharlas porque seguro que yo me he dejado mucha tinta en el tintero.
Gracias, gracias, gracias.
Inés, lo primero MUCHAS GRACIAS por tu blog. Lo voy siguiendo desde hace meses y me ayuda mucho!
Hace poco vi el vídeo de este testimonio y me quedé impactada. No logro entender cómo una persona puede trabajar en un ambiente donde se practican abortos. Pero…Dios es TAN Grande y Misericordioso…me hizo plantearme lo afortunada que soy por todo lo que me ha dado (familia con 4 niños, trabajo, amistades…) pero a la vez darme cuenta del riesgo que corro por vivir muchas veces «acomodada» en este estado. A lo mejor mi vida es más «simple» que la que ha vivido esta chica, pero creo que cada día Dios me ofrece la oportunidad de vivirla intensamente para vivirla con Él y para Él.
Gracias!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Marta. Qué feliz soy cuando os animáis a comentar porque dejo de sentirme «sola» y sobre todo porque siempre me abrís nuevos horizontes. Tienes mucha razón en lo de ser agradecidos…, y en lo de vivir hoy y ahora en lo que soy y en lo que tengo, junto a Dios y para Él. Me ha encantado! MIL GRACIAS!!! Y un abrazo grande
Me gustaMe gusta