¡Qué ilusión me haría quedarme embarazada!

Jajaja! Sé de más de uno -¡pero sobre todo de UNO, jeje!- que debe estar flipando con el título del post de hoy. ¡Que no me he vuelto loca!

Tengo cuatro hijos, ya lo sé, pero es que me flipan tanto cada uno de ellos que si pudiera, tendría mil. No porque me gusten los niños, ni porque sean una monada, ni porque haga colección de hijos, ni por la foto de Navidad todos ideales, ni porque mi fe me obligue… ni por nada de eso, no van por ahí los tiros.

Cada uno de mis hijos me parece un milagro, un regalo impagable que Dios nos ha dado a mi marido y a mí porque sí. Un tesoro que conlleva una gran responsabilidad y, al mismo tiempo, un gran desprendimiento.

Porque los hijos, mientras son niños, son más o menos «tuyos» (o eso llegamos a pensar), pero la realidad es que sobre todo son hijos de Dios. Nosotros somos meros intercesores, encargados de amarles, cuidarles y educarles en nombre de Dios hasta que maduren.

Para que cuando crezcan, sean personas responsables, buenas, cariñosas, honestas, … santas. Porque, ¿quién a sus treinta, cuarenta o cincuenta años sigue siendo «hijo de sus padres»? A ver, que sí lo somos, pero no es como cuando éramos pequeños y dependíamos de ellos.

Cada vida, cada hijo, se convierte con los años en una persona libre e independiente (en un tú y yo actuales) y en ese momento, los padres, tenemos ya muy poco que decir.

Por eso el hecho de tener ya otros hijos no quita para querer tener más, porque no es un querer de coleccionista (¡pero si ya tienes cuatro! -me dice mucha gente), es un querer a cada uno de esos hijos de forma independiente y única.

Que hayan nacido ya otros hermanos no debería afectar al derecho a existir que tenemos todos. No sé si me explico. ¿Qué culpa tendrá mi marido de ser el quinto? ¿Tenía más derecho a la vida su hermana, por ser la primera en esa familia?

Con lo evidente que es cuando somos adultos (nadie se cuestiona qué número de hermano eres o si tus padres deberían o no haberte tenido), -te quieren por ser quien eres y punto- es curioso lo que nos ciega el materialismo cuando todavía son niños.

Vemos a los hijos como un derecho de los padres, por eso con la parejita, con tres y no digamos ya ¡con cuatro!, vas servido. ¿¡No se te ocurrirá ir a por el quinto!?

Pues yo tengo hijos fruto del amor de mi matrimonio, porque me alucina que de nuestra unión se creen vidas; que de nuestro «sí» o nuestro «no», si Dios quiere, alguien tenga la oportunidad de existir.

¿Y sabes qué? No me perdonaría nunca que Dios tuviera pensado desde toda la eternidad regalarme una de sus criaturas, y que esta no viviera por mi pereza por volver a los pañales o mi egoísmo por vivir más holgadamente.

Lo que también tengo muy claro es que a veces, la ilusión que nos haría tener familia no siempre se cumple, bien porque no vengan, bien porque no convenga.

Cada uno ante Dios debe discernir junto a su cónyuge si es momento de evitar el embarazo o de buscarlo.

Y tan duro es lo uno como lo otro. Y nadie debe juzgar lo que pasa en nuestros hogares. Si deberíamos buscar un nuevo nacimiento en la familia es una cuestión de tres: tu pareja, tú y Dios. Todo lo demás, debe darnos igual.

Por eso, por lo milagrosa y maravillosa que es la vida, ¡nada me haría más ilusión que poder hacer ese regalo a un hijo mío!

Y hasta aquí la reflexión de hoy. ¿Qué os lleva a vosotros a acoger una nueva vida?, ¿cómo veis a vuestros hijos?, ¿habláis a menudo con vuestros esposos/esposas sobre este tema? ¿Y con Dios?

Espero vuestras aportaciones!! Gracias y feliz semana 😉

Autor: inesita

Soy Inés, madre de familia numerosa, católica, defensora de la libertad y los derechos fundamentales. Tengo Fibromialgia y Fatiga Crónica que no me permiten trabajar en mi profesión, así que me he especializado en escribir, pintar, decorar, restaurar muebles, diseñar y un largo etcétera; eso sí, todo: A MI RITMO. Disfruto pintando figuras religiosas bonitas: Belenes, Sagrada Familia, Nacimiento, Virgen con el Niño, angelitos, … porque cuesta encontrarlas en el mercado actual y me parecen imprescindibles en cualquier hogar católico/cristiano. También pinto cuadros al óleo, hago restauración de muebles con Chalk Paint (o sin él), estarcidos, cuadros infantiles,… os iré mostrando poco a poco. Si algo te gusta, escríbeme a made.by.inesita@gmail.com y te atenderé gustosamente. Gracias por llegar hasta aquí! Un placer 🤗

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: