El confinamiento por el Coronavirus empieza a hacerse largo y el no saber muy bien lo que nos queda todavía por delante está minando en mí. Sigo feliz con mi marido y con mis niños pero estoy agotada y ahora noto que hay días que me cuesta incluso sonreír.
Pero yo quiero estar alegre, quiero partirme de risa, quiero hacer sonreír a los que tengo cerca y que con mi alegría este confinamiento sea para ellos mucho más llevadero: que puedan recordarlo como un Regalo con mayúsculas.
Sé que es un regalazo y que algo grande vendrá después; el otro día una amiga me escribió:
«Si vieras el tamaño de la bendición que viene, entenderías la magnitud de la batalla que estás librando»
Me pareció brutal y muy cierta: sólo Dios sabe. Yo ahora voy más a qué pasa con el hoy y ahora. También son un regalo y me gustaría aprovecharlos mejor.
Y como no es tan fácil QUERER ESTAR ALEGRE que estarlo pues me he inventado un decálogo para ayudarme a sonreír y a estar alegre, porque de forma natural a mí no me sale ahora.
Decálogo de la alegría
1- Empezar con buen pie: esto es, lograr un objetivo desde el minuto 0 (o 1, 2,…). Por ejemplo, levantarme cuando suena la alarma. Me cuesta cada día más así que lo voy a intentar, y lo más importante: ¡ME VOY A FELICITAR POR ELLO! Y si eso no sale, no pasa nada. Mi objetivo 2 es hacer la cama. Eso me cuesta menos, jeje!
2- Un beso y una sonrisa para todos. Es lo primero que voy a hacer al salir de mi cuarto. No importa si están gritando, saltando en el sofá o todo está ya patas arriba. Ese momento se lo regalo a ellos y me lo regalo a mí. Y por dentro: ¡Olé Inés! ¡Así se hace! El amor primero.
3- Rezar. Recoger a los polluelos junto a la Virgen y ofrecerle el día, y de paso pedirle que me ayude a estar alegre en este día. Ella es la Reina de la Alegría así que seguro que me echa una mano con esto.
4- Respirar hondo y esperar. Los peques están muy revueltos y la lían parda con frecuencia; yo me tenso, grito, no me oyen, vuelvo a gritar, me enfado, piden perdón y yo sigo cual pepinillo agrio y de morros un buen rato. No gano nada así que se acabó. Si no hay sangre: NO PASA NADA. Voy a reírme como si fueran los hijos de una amiga y lo viera todo desde fuera. ¡Siempre se ve distinto!
5- Cantar. Desde que me levanto hasta que me acuesto soy doña silencio. Voy rumiando en mi cabeza «ahora esto, ahora lo otro, que no se me olvide aquello,… ¡ay la comida que son las 14h!, etc, etc». Pues a partir de mañana la menda se pone música ¡y a cantar! Así ni pienso, ni rumio, ni nada de ná.
6- Un rato para mí. Suelo tenerlo, no puedo quejarme. En cuanto el amore aparece yo me voy a descansar y estoy sola pacíficamente (el cuerpo a mediodía ya está molidito). Pero muchas veces es tiempo para dormir, meterme en Instagram, mirar calendario para ver qué se me pasa, contestar whatsapp… Necesito TIEMPO PARA MÍ. Un rato de manualidades, de pintar, le leer o ver una serie. DESCONECTAR.
7- JUGAR. Voy a volverme una niña más por un rato (¡lo siento cariño, seremos 5, jaja!). Me va a dar igual todo: vamos a manchar, a hacer una cabaña, jugar con los pin y pon o con las muñecas: QUIERO SOÑAR OTRA VEZ. Y que mis hijos disfruten de su madre (en modo off preocupaciones).
8- Bailar en la cocina. Esto lo he aprendido de @PepBorrellv y lo voy a aplicar. ¡Vamos a bailar todos los días! Y a reírnos de lo mal que lo hacemos, de si te piso o se quema la comida, jaja! Basta ya de tanta normativa en casa.
9- Amigos. A mí me dan la vida. Una vez a la semana, sí o sí, cervecita (copa) o lo que sea con los amigos. ¡Y si hace bueno en la terraza! (Por supuesto vía online hasta que se pueda hacer en el bar de siempre).
10. ESCUCHAR. Dejar que Dios me cuente mi día desde su perspectiva. «No todo ha sido un desastre… ¿cómo ha sido ese momento de la cena en el que…? y las carcajadas de las peques jugando como locas por el pasillo?, y la mayor con sus inicios de adolescencia… que son más de abrazo que de enfado…, y el otro con los lego y los muñequitos esos…? Hoy ha sido un día maravilloso. Y DAR GRACIAS POR TANTO
A ver si me ayuda o me agobia, jaja, pero yo creo que ya es hora de reírse más y regañar menos; de jugar a tope y ordenar poco; de querernos y abrazarnos mucho en vez de corregirnos y gritarnos.
Espero que os sirva y si tenéis algún truco más: ¡por favor compartidlo! Que yo alegre, quiero estar, pero luego… aiiisssss….
Gracias como siempre y un abrazo grande para todos los que seguís ahí, me anima mucho sentiros cerca así que ¡¡cuidaos mucho!! ¡Hasta pronto!
Gracias Ines!! A Bailar en la cocina a tope!!!😍😍😍😍
Enviat des del meu iPhone
Me gustaLe gusta a 1 persona
💃🏼💃🏼💃🏼💃🏼gracias a ti por tan buenos consejos!!!
Me gustaMe gusta
Gracias Inés, gracias!
Me gustaLe gusta a 1 persona
❤️
Me gustaMe gusta
Una cerveza está pendiente:-)
Me gustaLe gusta a 1 persona
En cuanto nos dejen!
Me gustaMe gusta
Me ha gustado mucho, Inés.
Estoy de acuerdo en que a veces hace falta marcarse un camino claro y concreto que nos permita desconectar, dejar de sobrepreocuparnos y ser felices ya de una vez, aquí y ahora.
Que si no, el modo automático es traicionero y estos días se nota lo bueno y lo malo mucho más.
Lo de empezar con buen pie a mí también me está funcionando jaja, te levanta la moral!
Un abrazo y que sigáis bien ^^
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Pilar! Qué alegría verte por aquí!!! Gracias por tu comentario y ojalá entre todos podamos subirnos la moral en lo que quede de confinamiento 😅. Un abrazo grande
Me gustaMe gusta