4 claves para superar con éxito la vuelta al cole

Nunca me imaginé escribiendo sobre la «vuelta al cole» porque soy bastante desorganizada: todo para el último momento, tanto buscar la mejor oferta en zapatos me quedo sin talla y empiezan el curso sin zapatos, los libros no llegan, la falda es muy larga… y podría seguir horas, jeje!

Y a este curso 2020-21 se le suma la pandemia y su incertidumbre en torno al efecto que tendrá en las clases, los horarios, extraescolares, materiales… y a tantas otras cosas. Si septiembre siempre es una locura, este curso el agobio es aún mayor.

El viernes en Pamplona salió la noticia de que los centros navarros a partir de octubre tendrán jornada continua.

Os podéis imaginar qué fue lo siguiente: estado de shock absoluto; empezó a palpitarme el corazón a mil por hora, presión en el pecho, falta de aire,… ¡y todo eso sin siquiera pensar en el tema en cuestión!

Necesitaba salir de casa. Calmarme. Me tomé la medicación prescrita para momentos de crisis y como justo daban las ocho, entré en una iglesia cercana en la que empezaba la celebración de la Santa misa. Al terminar la celebración estaba mucho más tranquila y además el evangelio del día me ayudó muchísimo.

Una voz fuerte en mi interior me dijo:

¿En serio no sabes cómo vas a sobrevivir a este inicio del curso? Yo no entendía muy bien por dónde iban los tiros, pero enseguida llegó la respuesta: Igual que siempre. Igual que lo hiciste cuando comenzó el confinamiento, cuando los peques “teletrabajaban” y los padres intentábamos hacer lo mismo; igual que cuando la depresión llegó a tu vida y tantas otras veces que siempre se solucionaron ¿Ya se te ha olvidado?

Aquellos momentos fueron de pánico absoluto. De un estrés brutal. Pero salimos adelante. Y es verdad, nos infravaloramos. ¡Date la enhorabuena por superarlos!

CLAVES PARA SUPERAR EL INICIO DEL CURSO SIN AGOBIARTE:
1. TRANQUILIDAD. La situación no será fácil pero podremos con ella porque ¡SIEMPRE HEMOS SUPERADO LOS OBSTÁCULOS!

Yo he tomado la decisión de no agobiarme e ir viendo -dejarme llevar en función de los acontecimientos. Sin agobios, poco a poco. ¿Que no hay cole por el Covid?, ¡pues ya veremos entonces las soluciones posibles!, pero hasta entonces alegría y paz.

Voy a gastar “poco” en zapatos y material escolar porque pinta que igual los usarán poco (y si luego necesitan más: ¡pues ya compraremos!).

2. CONFIANZA. No precisamente en las autoridades (lo siento pero hace mucho que no pongo mi futuro ni mi vida en sus manos). Confiar en el Señor. No sé de ninguna crisis de la que no haya sacado cosas maravillosas, así que, démosle sentido a esta locura ofreciéndosela a Dios por alguna intención concreta (os propongo hacerlo por mi amigo Miki, que está muy malito y necesita mucho apoyo)

3. PRESENTE. Echa la vista atrás: ¿no te parece que siempre hemos salido adelante? ¿Cuántas veces nos hemos agobiado por muchas cosas que luego no sucedieron? ¡No te estreses antes de que llegue el problema y disfruta del hoy y ahora.

4. AUTOESTIMA. ¿Cuando ha ido todo tan mal que no ha tenido arreglo? La vida está llena de retos, de crisis, que nos hacen crecer y aprender. Aprovechemos esta nueva normalidad escolar para llevarla con optimismo; que nuestros hijos vean que no se acaba el mundo porque cambie el modo de enseñanza. Estoy segura de que ya lo has hecho otras muchas veces sólo que en esta puedes adelantarte y ahorrarte el agobio previo.

En fin, no sé si he ayudado a alguien. A mí me ayuda, jaja! A ver si lo consigo, que luego siempre viene Paco con las rebajas y me pongo nerviosilla, pero al menos lo voy a intentar y de momento hoy tengo un modo zen que no os podéis imaginar (y eso que además la nevera está vacía y no hay nada de nada para comer).

Bueno, resumiendo: que saldremos de esta como de todas, con tranquilidad y poniendo todo de nuestra parte en casa y en el cole, en el trabajo y con mucha paciencia. Y el que quiera, dándole un sentido sobrenatural haciéndolo con alegría por mi amigo Miki.

Mucho ánimo en este inicio de curso tan incierto y lo dicho: ¡que no cunda en pánico que siempre salimos adelante!

Pd. También darás ejemplo a tus hijos si no pones a parir al cole, a los profes, o a quien sea delante de ellos, es muy tentador pero no les hace ningún bien.

Esta semana ¡no me da la vida!

Esta semana y la que viene ¡parece que se acaba en mundo! No hay ni un segundo libre: mil compras pendientes, fiestas del cole (¡que nos tocan tres!), concierto de Navidad con la Escuela de música, audiciones, cenas y comidas, maletas…😱😱😱

Y estoy queriendo quedar con un par de amigas porque hace semanas que no nos vemos y no encontramos el hueco: ¡estoy completa! Como las posadas de Belén cuando María y José buscaban donde dormir aquella noche.

Queridos lectores, lo he visto claro: tengo que reorganizar la agenda. No me da la gana que los compromisos y obligaciones sean lo que llenen mi vida y no me quede tiempo para lo importante. Y, como ya he dicho muchas veces, lo primero en mi vida son Dios y mi familia.

Por eso ayer decoramos nuestro hogar: lo llenamos de espumillón y bolas, pero lo que más se ve es a Jesús en la entrada de casa, para que le tengamos todos muy presente. Le llenemos de besos y achuchones y sepa que aquí, siempre tiene sitio (está cada vez más lleno de chocolate, babas y moquetes 😂😂).

También tenemos varios nacimientos repartidos por la casa, ¡hasta en la nevera hay uno con imanes! Y me encanta. Porque mire donde mire en estas fechas previas a la Navidad, Jesús está ahí. Y me recuerda que todo lo demás es secundario.

Y también me ayuda a que todo lo demás, también lo hagamos con Él.

Iremos a las fiestas del cole, y todos esos villancicos, con su preparación, los nervios, el cariño: ¡van para ti, Jesús! Porque te esperamos con muchísima ilusión.

Y las cenas y comidas con amigos y compañeros, también son contigo. Son para crecer en nuestro amor hacia ellos y Tú eres el Amor.

Incluso los regalos, ¡con lo agotadores que son! (al menos para mí, que tengo que comprar tantos que no me da la cabeza): también son para Ti, Jesús. Yo los compro para mis niños, pero lo hago porque son tuyos y sé que quieres regalarles algo que les haga ilusión.

En definitiva, hoy te animo a que no cuelgues el cartel de completo en tu día. Puede ser que alguien te necesite y las prisas no te permitan verlo. Y, por supuesto, no te olvides del verdadero protagonista de la Navidad, porque como cualquier bebé, Él también necesita tu cariño.

Pero doctor…¡si yo no tengo estrés!

¿Necesitas que el día tenga 48 horas?, ¿sientes que no llegas a todo?, ¿vas corriendo a todas partes? Bienvenidos al club de esas personas hiperactivas, que no descansan ni un segundo y que hacen dos cosas a la vez, mientras piensan la tercera.

5.45h: ¡arriba!; 5.50h: me ducho mientras repaso qué tengo en el día: «Veamos, ¿qué día es hoy…? Martes 21…, ¡Uy! ¡Que no se me olvide que la peque tiene la revisión!, -tengo que coger la vacuna de la nevera, ¡menos mal que ayer se acordó de comprarla el amore!-. Mmm, ¿y qué tenía yo los martes por la tarde? ¡Ah!, ¡sí!, la mayor tiene música -tengo que avisar a mi hermana para que hoy la lleve ella, porque el niño empieza natación y, si no, no llega; y casi que le voy a decir que le compre algo de merienda y así una cosa menos…-.

6.15h Desayuno. ¿Escuchando la radio? Obviamente no…: «¿Qué cenamos hoy? Buf…, creo que hoy va a ser día de cena fácil, saco las croquetas del congelador y listo. A ver que mire el menú del cole…., comen lentejas y croquetas, ¡vaya hombre, siempre me pasa lo mismo! Igual podría hacer una tortilla de patata…, ¡les gusta tanto!; ¡ay, no!, ¡si no quedaban huevos! -a ver si a mediodía me da tiempo a escaparme un momento al super-.

6.40h ¡Anda! ¡Que se me hace tarde! Voy a lavarme los dientes y a despertar a los peques.

6.45h Niños arriba. Mientras se visten yo me arreglo y sigo repasando las cosas pendientes.

7.45h «¡Chicos!, ¡hay que irse! Venga…, ponte el abrigo, ¿y esa cara tan sucia? ¡Vuela a lavártela!; ¡ay Señor que no llegamos…! !Vengaaa!! ¿Tu mochila?, ¿y la de deporte?, ¿¡cómo que no la encuentras!? [no sigo que ya sabéis cómo continúa, jaja]

8.00h Parada. En cuanto suben salgo corriendo para llegar a trabajar y cuando me siento en la oficina: ¡por fin respiro!

Llevamos una agenda de locos en la cabeza, llegamos al trabajo a las 8.30h de la mañana reventados y ¡el día acaba de empezar! Es verdad que vestir, desayunos, etc con niños es agotador, pero si a eso le sumas el ir pensando sobre la marcha tantísimas cosas…, llega un momento que el cuerpo dice basta.

ORGANIZACIÓN

¡Queremos llegar a demasiadas cosas! Y si no te lo ha dicho nadie antes, te lo digo yo ahora: ¡NO DA TIEMPO A TODO! En realidad me lo digo a mí misma, no os enfadéis, pretendo hacer en pocas horas lo que llevaría días y así voy…, unos días genial, creyéndome hasta que soy superwoman, y otros que no hay quien me aguante porque he explotado y claro: «es que me siento sola», «es que no llego a todo», «es que…».

«Es que» nada: es que el domingo es un muy buen día para sentarnos los dos en la cocina y pensar el resto de la semana: menús, lista de la compra, extraescolares, médicos, recados, tutorías, etc. Pero claro… todos los domingos queremos aprovecharlos para quedar con unos y con otros, y no da para nada más.

Que está genial hacer planes, pero un rato del fin de semana hay que reservarlo para esto porque si no creo que no levantamos cabeza. Ya os contaré si nos funciona…; y si tenéis la fórmula mágica o probáis esto y os encaja, por favor decídmelo en los comentarios 😉

¡FELIZ VIERNES!